Te hablaremos sobre diferentes tipos de estufa, ya que hemos de confesar que no existe una mejor que otra, sino que hay sistemas que se adaptan mejor a unas circunstancias que a otras. Por eso en este artículo te sacaremos de dudas y sabrás cuál es mejor en la situación en la que estés.

Se acerca el invierno con sus bajas temperaturas y necesitamos calentar nuestro hogar. Si estás pensando en instalar un sistema de calefacción, te contamos algunos detalles a tener en cuenta sobre el mercado.

Estufa de gas o eléctrica: ¿Cuál elijo?

Definición de una estufa de gas y una estufa eléctrica

• Estufa de gas, es un tipo de estufa que genera el calor mediante la combustión de un gas, generalmente butano, en un quemador en la atmósfera que emite el calor.
• Estufa eléctrica, es la que produce calor conectando un radiador a la red de electricidad de la casa mediante un enchufe.

Las estufas eléctricas producen calor seco y las estufas de gas producen calor húmedo, es decir, producen condensación. Esto lo puedes comprobar en los cristales de las ventanas cuando usas la estufa de gas. El motivo del uso de la estufa eléctrica es que no tenemos que usar ni leña, ni pellet de madre, ni combustión y tampoco nos afectará el aire, de este modo no dañaremos al  medio ambiente, lo único es el consumo de la energía eléctrica el cual aumenta la temperatura de las resistencias en su interior, es el modo en el que se expulsa el calor.

Diferencias entre la estufa de gas y eléctrica.

Las estufas de gas producen vapor, de modo que se puede condensar el agua en paredes y techos, además de en los cristales. Las estufas eléctricas no emiten este vapor, sino que generan calor seco sin combustión. Si las paredes presentan humedades no es como consecuencia de la calefacción.

Otra diferencia notable tiene que ver con la forma en la que emiten calor cada una de las estufas. Las estufas eléctricas lo hacen por radiación, es decir, que el calor se va extendiendo a medida que el aire alrededor de la estufa se calienta. Las estufas de gas emiten fugo directo, lo cual también calienta el aire, pero más deprisa que las eléctricas.

Las estufas que funcionan por electricidad, al no tener una llama, no corren el peligro de apagarse por una corriente de aire. Las de gas sí pueden sufrir este problema, a lo que se añade el hecho de que el gas seguirá saliendo, lo cual puede intoxicar a quienes están dentro de la estancia. Por ello conviene no dejar nunca sin vigilancia una estufa de gas, y asegurarse de que la llama es uniforme.

Estufas eléctricas.

La gran diferencia de la estufa eléctrica frente a la de gas:

Ventajas: Algunas de las ventajas de este sistema son la producción de calor sin generar residuos, ni olores. Sus costes de mantenimiento son bastante bajos y no es necesario almacenar el combustible para su funcionamiento.

• Instalación económica
• No requiere mantenimiento
• Energía limpia y segura
• No necesitan ventilación.
• Son programables.
• No se apagan hasta que no quieres.
• Si te duermes no hay peligro de intoxicación.

Desventajas: Este sistema no es recomendable para espacios muy grandes puesto que el calor no se expande a mucha distancia.

• Precio elevado del suministro (kWh de luz)
• Posible aumento de potencia eléctrica
• Tardan un rato en dar calor, aunque son rápidas, son más lentas que las estufas de gas que se notan de inmediato.
• Necesitan una toma de corriente eléctrica.
• Pueden provocar incendios por sobrecarga de la red.

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Estufas de gas.

La gran diferencia de la estufa de gas frente a la eléctrica:

Ventajas: Las ventajas que puedes obtener es que se trata de un sistema limpio y seguro. El calor generado llega a más distancia y permite mantener la misma temperatura en toda la casa.

• Alta eficiencia
• Energía limpia y segura
• Precio económico
• Nada más encenderla comienzan a producir calor y se mantiene mientras esté encendida.
• Son portátiles. Al no depender de la electricidad puedes transportarlas donde quieras.

Desventajas: El combustible utilizado para generar calor hay que almacenarlo, por lo que es necesario contar con un depósito bastante grande. Y se trata de una energía que genera muchos residuos.

• Precio de la instalación elevado
• Necesita mantenimiento
• El gas no llega a todas las zonas
• Producen anhídrido carbónico (gas altamente tóxico).
• Hay que ventilar la estancia cada pocas horas, perdiendo parte del calor.
• No se pueden programar.
• Pueden apagarse por corrientes de aire.
• Son peligrosas para los niños, mascotas y personas con problemas de movilidad.
• Nunca hay que dormir con una estufa de gas encendida

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¿Cuál es mejor?

Como hemos adelantado, cada tipo de estufa tiene sus particularidades y según nuestras necesidades y tipo de vivienda vamos a tener que elegir una de ellas.

Por ejemplo, si hay niños pequeños o mascotas en casa una estufa de gas puede ser mala elección ya que deberás estar pendiente constantemente por miedo de que sufra quemaduras.

Nuestros consejos es que si son habitaciones pequeñas es recomendable el uso de la estufa eléctrica ya que dormir con una estufa de gas con los gases tóxicos que expulsa puede ser perjudicial para la salud.

Si solamente se encendiera la estufa un rato por el día o noche usaremos las estufa eléctrica ya que no tendremos que estar constantemente cogiendo las bombonas de butano y en comparación con la eléctrica solamente tendremos que darle al botón de encender.

Y como punto final, ¿quieres ahorrar? Entonces, estufa de gas, pero que no te pillen por sorpresa las ventajas e inconvenientes.

Para finalizar, te dejo el enlace donde encontraras la mejor selección de estufas, encuentra la que más se adapte a ti: BRICOPROFESIONAL